jueves, 18 de marzo de 2010

Dicen que por las noches

“Dicen que por las noches no más se le iba en puro llorar.

Dicen que no comía, no más se le iba en puro tomar.

Juran que el mismo cielo se estremecía al oír su llanto.

¡Cómo sufrió por ella, que hasta su muerte la fue llamando!”

Canción que colma el vaso de tus lágrimas,

tan puras, tan saladas, tan confusas.

Por qué belleza triste, por qué sufirmiento creador.

Nadie conoce su nombre

pero muchos giran la cabeza para lamer sus lágrimas

con el áspero pañuelo de la compassion.

Cantaba, gemía, cantaba,

añoraba, olvidaba, buscaba

y rara vez reía.

lunes, 1 de marzo de 2010

Quisiera confesar que viví.

Feb. 10. “And…one, seven one to Holborn. Southwark Town Hall”. En el piso de abajo del bombardero rojo una latina enjuta hojea sus apuntes de la nueva lengua con el ipod enchufado a la oreja: " Curso rápido de inglés para hispanohablantes". Ojeras, illusion y esfuerzo disfrazan la sorpresa y la nostalgia. El invierno le ha borrado la sonrisa.

En mis manos, encuadernados, los recuerdos de un maestro. En mis labios, el sabor de boca de acabar de degustar sus reflexiones. En las noticias, un terremoto ha sacudido su Valparaíso vital. Demasiadas coincidencias para un día lluvioso.

“Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras.

" Confieso que he vivido". Pablo Neruda.

lunes, 4 de enero de 2010

Santiago Atitlán: puro santo



abril 2003. Miércoles santo en Santiago Atitlán. El santo que baila, que saluda puro en boca a los parroquianos venidos desde todas las aldeas ribereñas. Los mercaderes al mercadeo. Los turistas, escondidos detrás de sus cámaras. Maximón sonríe, asciende la escalinata saludando a los fieles que han hecho piña en torno al crucero. Multiétnico, católico y maya, políglota como pocos, alegre y peculiar como el cajón de madera blanco que lo representa, como los pañuelos de colores que lo visten, como la multitud que lo festeja ofreciéndole a su paso, como si no hubiera tenido suficiente ya, cigarros y botellas de licor. Mojarra frita para el almuerzo y, sólo una cosa más, puede llevarse de vuelta el ketchup.

La guerra de las ardillas


ene.2010. A pesar de los siempre loables esfuerzos conservacionistas, muchas especies autóctonas europeas se ven amenazadas por el cambio de habitat y la introducción de otras invasoras. Se calcula que apenas sobreviven en Gran Bretaña 160.000 ardillas rojas autóctonas, la mayor parte de ellas en el Escocia y el norte de Inglaterra, frente a los casi dos millones de "gray squirrels" que han ocupado su espacio, gracias a su facilidad para vivir cerca de los humanos y que no temen atravesar espacios no arbolados. La de la imagen fue sorprendida en el londinense parque de Crystal Palace.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Sentado junto al mar


enero 2010. Sentado junto al mar cierra los ojos y se deja acariciar.
Mecido por la brisa a veces enfurecida
deja que el viento juegue con sus hojas libres para soñar.
Se deja arrastrar hacia el horizonte y más allá
y cuando los vuelve abrir amanece poderoso y confundido
en medio de una canción que no sabe tararear.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Nelson I Napoleón 0


Noviembre 09. Tenerife, Montevideo, Cartagena de Indias, Panamá, La Coruña, Cádiz, Jamaica, San Agustín, Menorca, Belice... España e Inglaterra libraron batallas durante casi cuatro siglos. Uno de los enfrentamientos más célebres, la batalla de Trafalgar, da nombre a esta céntrica plaza londinense, visita y foto obligadas para los turistas españoles que visitan la capital inglesa.

Foto finish


Febrero 09. A Veiga, en el municipio orensano de Vilardevós, compite con otros cientos de aldeas en Galicia en la carrera contra la despoblación. 460 lugares ya han sido abandonados. Las provincias de Lugo y Ourense son las más afectadas por este fenómeno, que hará desaparecer gran parte del patrimonio cultural del agro gallego.



Metempsicosis

Julio 2009. San Andrés de Teixido recibe desde tiempos inmemoriales, antes de que el santo lugar fuera cristianizado por la iglesia católica, la visita de almas en busca de redención. Esta doctrina eminentemente naturista, heredada de los antepasados celtas, persiste hoy en día. Los visitantes procuran no molestar a los reptiles que por allí abundan pues, se dice, que en tales formas se ocultan las ánimas de los que incumplieron la promesa de ir en vida.

martes, 1 de diciembre de 2009

Obelix na Crunnia

mayo 2008. Detalle de "Mehires por la paz", grupo escultórico de Manolo Paz (1957) situado en el mirador de Punta Herminia entre la Torre de Hércules y el cementerio árabe de A Coruña.

Mar de Canarias


enero 2003. Hay formas y formas de mirar y amar la mar. Lo que cautiva a niños de todas las edades no es su inmensidad sino ese espejo mágico en el te mirés como te mires nunca te ves reflejado. Los que miran al mar de esta forma se sumergen, sin querer en la profundidad abisal de sus interiores. Con cada ola un sentimiento. Con cada atardecer que se arrastra hacia el horizonte una historia que termina, un nuevo comienzo.
Y qué me decís del velero solitario, intruso en el paisaje infinito, que parece querer recordanos los momentos de mayor libertad y desamparo de nuestra existencia.
Pero, a diferencia de ésta, no nace ni muere y si lo hace no lo sabremos jamás pues no habrá testigos del acontecimiento. Es aquí en las "afortunadas", aunque siempre creí que los afortunados éramos nosotros por vivir aquí y no las islas, donde vive el oceano su más apasionado idilio con la costa. Permanece tranquilo ocultando su verdadero poderío. Algo muy grave debimos hacerle los gallegos o nuestros ancestros para enojarlo tan a menudo, pienso, a juzgar por lo bien tratadas que son estas latitudes. Pero el matrimonio tiene sus momentos de furia y es entonces cuando se levanta y moldea todo a su antojo, sabedor de su fuerza y celoso por culpa de unos humanos que mostraron su predilección por los árboles, las montañas y los volcanes.
Es coqueto como pocos o pocas, que no es cuestión de género sino de intención, y por eso a menudo se oculta tras la bruma y se sonroja al atardecer.
Tal es su poder, que cuando le das la espalda para adentrarte en la meseta, creyendo que puedes prescindir de su compañía, es capaz de atormentar tus sueños con su rumor intermitente recordándote lo que eres, pez fuera del agua, orquídea en el desierto.
Bienaventurados los que vieron a dios emergiendo de sus aguas, en la espuma de las olas, en la mirada de un pescador.

Galicia de meigas y burros



julio 2009. Aún a riesgo de parecer de Bilbao, que algo de eso hay, os contaré que la historia, no la mía sino la de la humanidad tiene su origen en Galicia. Lástima que al paso que van los burros, es decir los que la gobiernan desde tiempos inmemoriales, puede tener también su final. Imagen tomada en Cabo Ortegal en el fin de semana en que se celebra el Festival de Ortigueira.

jueves, 27 de agosto de 2009

Una de calamares en Mérida




septiembre 2008. Goscinny y Uderzo son en buena parte responsables de mi animadversión hacia los romanos y su cultura. Entraron cual elefante en cacharrería destrozando nuestra tribal y familiar existencia celtíbera, construyeron por doquier (anticipándose unos cuantos siglos a la era del ladrillazo) y, una vez hicimos nuestra su lengua, se dejaron comer las papas por los germanos que, seguramente, a lo único que les ganaban era a brutos.
En todo ello pensaba mientras recorría las galerías del Museo de Arte Romano de Mérida, un espacio expositivo muy didáctico y mejor estructurado que recoge vestigios de las diferentes épocas de la Emérita Augusta. Me reconcilié con Cicerón, aunque sigo creyendo que ser esclavos de las leyes no es la mejor forma de ser libres y, a modo de celebración, nos tomamos unas cañitas junto al templo de Diana, donde aparcamos nuestros rencores y fumamos la pipa de la paz disfrutando de una ración de calamares, como no podía ser de otra forma, a la romana.




miércoles, 26 de agosto de 2009

Elvas, la hermana guapa de Badajoz


septiembre 2008. Ciudad de interior, fortificada y fronteriza. A ocho kilómetros de Badajoz se alza Elvas, en pleno alentejo portugués, con un casco antiguo de paredes encaladas y floridas fachadas que recuerdan a los pueblecitos serranos andaluces. De castro celta ascendió a ciudad romana, pasando posteriormente a manos de visigodos hasta ser conquistada por los árabes. Para muchos españoles no es más que un gran mercado de toallas, albornoces y enseres varios.

Paraíso fronterizo de Odeceixe


Septiembre 2007. Siguiendo los últimos pasos del río Seixe aparcamos nuestro carromato en Odeceixe, un pequeño pedazo del cielo en la frontera entre el Alentejo y el Algarve. Resulta extraño, dada la belleza, del enclave que no haya sucumbido a la operación "asfaltemos el Algarve".

Cabo de San Vicente: A tú salud Saturno




septiembre 2008. En el extremo occidental de las europas, sobre un promontorio dedicado originalmente al dios Saturno, se alza el cabo de San Vicente, guiando naos que hoy libran batallas en despachos y paraísos fiscales.

Ricardo Reis en Lisboa
















septiembre 2008. "Va Ricardo Reis a los periódicos, va adonde siempre tendrá que ir quien de las cosas del mundo pasado quiera saber, aquí en el Barrio Alto por donde el mundo pasó, aquí donde dejó rastro de su pie, huellas, ramas partidas, hojas pisadas, letras, noticias, es lo que del mundo queda, el otro resto es la parte de invención necesaria para que de dicho mundo pueda también quedar un rostro, una mirada, una sonrisa, una agonía, Causó dolorosa impresión en los círculos intelectuales la muerte inesperada de Fernando Pessoa, el poeta de Orfeu, espíritu admirable que cultivaba no sólo la poesía en moldes originales, sino también la crítica inteligente, murió anteayer en silencio, como siempre vivió, pero, como las letras en Portugal no alimentan a nadie, Fernando Pessoa tuvo que buscar empleo en una oficina comercial, y, unas líneas más allá, junto a su tumba dejaron los amigos flores de añoranza.". Fragmento de "El año de la muerte de Ricardo Reis" de José Saramago

Un paseo portuense







septiembre 2007. Mi destino, como el del Douro, desemboca en Porto, una ciudad que siempre he sentido mía. Recreamos la vista con los mosaicos de la estación de ferrocarril y recorremos las dos orillas del Duero, resignado a fundirse con el Atlántico con su mezcla de acentos y uvas. Caminamos por las empinadas calles del casco viejo lleno de edificios que van perdiendo lustre y ganando encanto. La ciudad es agradable, al igual que sus gentes y su gastronomía, enriquecida con aportaciones de las colonias.

Por los valles del Draa y el Dades


Octubre 2007. Entre almendros, higueras e impresionantes formaciones rocosas con desfiladeros de hasta 300 metros discurre nuestro recorrido por los valles del Draa y el Dades. El otoño ofrece en estos parajes imágenes impresionistas como ésta.

Yebel Toubkal, el techo norteafricano











octubre 2007. La ascensión al Yebel Toubkal discurre por una senda cuyas únicas dificultades son la fuerte pendiente y la falta de oxígeno. Vamos ganando altitud y de vez en cuando volvemos la vista para contemplar la belleza de este valle. Nos alojamos en Imlil, una coqueta aldea alejada del bullicio de la urbe de Marraquech, a menos de una hora de distancia. Merece la pena dejarse caer por este rincón del Atlas en la que parece haberse detenido el tiempo. Las rutas de senderismo permiten al viajero conocer pueblos de montaña muy similares a los del interior peninsular.

martes, 25 de agosto de 2009

La vida en la Kasbah


Octubre 2007. Un pájaro se refugia tras la celosía de una kasbah museo cercana a Oarzazate, en la que se exponen utensilios y aperos típicos de la región.

Oarzazate en el cine




Octubre 2007. Por estas tierras de Oarzazate, cerca del valle del Draa y las montañas del Atlas, desfilaron personajes como Asterix y Lawrence de Arabia, entre otras ficciones rodadas en Atlas Studios. Un joven bereber se ofrece a enseñarnos la Alcazaba y, de paso, el carné que acredita su instante de gloria como extra en una de las grandes superproducciones rodadas entre estas paredes de barro en las que no hay más acción que la de los vendedores de recuerdos y artesanía

Cuestión de fe

octubre 2007. La limosna, el tercero de los cinco pilares del Islam, pretende "limitar la acumulación de riquezas, purificar el alma de la avaricia y la codicia, ayudar a los pobres y necesitados, crear espíritu de comunidad y ayudar a la creación de obras de utilidad pública como escuelas u hospitales". Los nuevos ricos de la península arábiga se lo pasan por el forro.

Sahara de dunas y grava.


octubre 2007. Una hora a paso de camello-dromedario separa la carretera de las primeras dunas del Sahara, donde nos espera una noche bajo el impoluto cielo de Erg Chebbi. El trayecto en furgoneta ha discurrido por un paisaje marciano interrumpido muy de cuando en vez por pequeñas poblaciones mimetizadas. Al atardecer, las dunas teñidas de naranja se van apagando en el silencio. Compartimos campamento de haimas, petas, risas, historias y música con otros extranjeros y un afable grupo de jóvenes bereber que gestiona el campamento y cuida de los animales. Dos KTM´s enchufadas nos recuerdan lo cerca que está el fin de la caravanas a Tombuctu. Nos acostamos pronto para ver amanecer sobre el desierto, insignificantes sobre esa gran duna de más de 100 metros que avanza al son del viento.

lunes, 17 de agosto de 2009

Hendrix en Essaouira











octubre 2007. Buscando la complicidad del oceano que me vio crecer, llegué a Essaouira, un poco hastiado del continuo baño de multitudes de Marrakech. Fue agradable oír gaviotas, quién lo diría, y oler las sardinas recién izadas de los destartalados pesqueros. No lo fue menos pasear por su medina, compartir unas cervezas clandestinas junto a la muralla y jugar al fútbol con un niño en una callejón. Siguiendo los pasos de Hendrix, pedaleé por la costa hacia el cercano pueblo de Diabet y me crucé con un anciano de chilaba que seguramente contaba a su nieta como un día, hace mucho tiempo, se cruzó con un negro cherokee que deambulaba borracho por aquellas dunas móviles. Quise ponerle banda sonora al momento y sonaron en mi cabeza los acordes de "Castle in the Sun". ¿Y el gato? Prometo que así lo vi.

Djema el-Fnaa: Vida después de la vida







octubre 2007. Llegué a la plaza al atardecer, cuando el humo y los olores empezaban a distorsionar los sentidos y las formas en el centro neurálgico de la medina. Escuche sin entender las historias de los cuentacuentos, y quise intuir que se trataba de anécdotas alegres salpicadas de momentos de terror para mantener expectante a la audiencia, dispuesta en círculos casi perfectos en torno al juglar. Observé a los encantadores de serpientes, que compartían arrutinados un canuto al atardecer, esperando que los dihrams cayeran del cielo para dar sentido a tantas horas bajo sol. Vi mujeres y hombres atravesando la plaza, en bici, en moto, en carro, todos ellos de paso, ajenos a todo lo que me sorprendía. Como buen voyeur, me encaramé a la terraza de un bonito café para no perder detalle de todo lo que sucedía a mi alrededor y observé que en este país encontrarte a un amigo en la calle es motivo suficiente para darle dos besos y compartir sin prejuicios un paseo de la mano. Finalmente, traté de entender cómo veían el mundo aquellas mujeres cubiertas por el manto de la tradición de la que escapan sus hijas y supuse que sería algo así como contemplar lo cotidiano en cinemascope.

Marrakech: Gracias a Dios


octubre 2007. "Cuando el viajero llega a Marruecos percibe que entra en otrro mundo, que se encuentra con costumbres de otros tiempos. El marroquí es un hombre sencillo, amable, efusivo y acogedor que fácilmente puede convertirse en nuestro amigo. Ahora bien, para mantenerse en buena relación con ellos, para estar a la altura de las circunstancias, basta con aprender la quaïda: es la costumbre, la tradición, es el estilo, el saber vivir maroquí. Como en todos los países musulmanes, la qüaïda exige que se invoque a menudo el nombre de Dios. Nunca se inicia nada importante, una comida o una conversación o un viaje... sin decir ¡Bismillah!, ¡alabado sea Dios! Cada buena noticia se saluda con ¡Alhamdullah! ¡Gracias a Dios! También así habría yo de concluir la cena". Fragmento de Marrakech, una huida de Juan Carlos García fajardo. ed. Anhthropos. En la imagen, decenas de puestos de comida pueblan la plaza de Djema El Fna en Marrakech

miércoles, 12 de agosto de 2009

Marruecos para occidentales


octubre 2007. De nada vale enfadarse. Estás de viaje y si aplicas el sentido común y te imbuyes en el ritmo magrebí no tardará en llegarte la sensación de visitar un sitio familiar. Muchos os sentís intimidados por el paisanaje que trata de buscarse la vida en los lugares más turísticos de Marruecos, olvidando que episodios similares se suceden a diario en los destinos españoles mas frecuentados por los "guiris". En Marruecos eres un "guiri" y lo serás más aún cuanto más te empeñes en comportarte como tal. Déjate llevar por tus sentidos y atrévete a salirte de los circuitos clásicos para descubrir un pueblo entrañable y, sobre todo, trata de seguir aquel sabio consejo de "donde fueres haz lo que vieres". Por tanto, sonríe. (Imagen, atardecer en Essaouira)

martes, 11 de agosto de 2009

I Rally Sihanoukville-Koh Kong en furgoneta







octubre 2006. Nuestro último día en Camboya lo pasamos en la carretera. La tripulación de la Hyundai en la que recorremos los casi 200 kilómetros que nos separan de Tailandia la componen el capitan de la nave, experto conductor que dejaría en ridículo a más de un "cuatrocuatrero" con su habilidad para deslizar la furgo por las roderas del barro y superar todo tipo de obstáculos con tracción trasera, su mujer y un conglomerado multinacional de 12 pasajeros entre los que se encuentran un par de camboyanos que viajan en segunda clase, sobre la baca, protegidos por el equipaje y una lona para eludir los chuzos de punta.
La carretera se encuentra en obras desde hace una década, sin asfaltar, sin puentes y con unas pendientes considerables. Las paradas las marca la máquina o el río. "Camboyinen" repara una de las ballestas reventadas por el peso con la ayuda de un machete y un trozo del tronco de un árbol. En un par de ocasiones nos apeamos para sacar la furgo del atolladero asegurando la tracción en una pendiente en la que nos hemos quedado atorados.
Nuestros "queridos" compañeros descienden de su cómodo trono a regañadientes, negándose a colaborar pues consideran que han pagado para no hacerlo y criticando a quienes padecen a diario el suplicio de hacer cada viaje en clave de aventura. Siete horas y tres ríos después llegamos al final y felicito al conductor que me responde con la última de las sonrisas que me brindará este especial país.
Algunos lugareños ofrecen marihuana a los viajeros a escasos metros de la frontera. Me preguntó quién estará tan loco para hacer semejante "compra" en un sitio tan comprometido como éste. Tras mostrar mi pasaporte en la aduana y pisar de nuevo suelo "Thai" vuelvo la vista hacia atrás, en el espacio y en el tiempo, tratando de retener una última imagen de este amable rincón.

Husmeando en Sihanoukville




octubre 2006. Uno de los destinos turísticos más populares del país de las sonrisas se encuentra en la ciudad de Sihanoukville, 185 kilómetros al suroeste de la capital. Viajamos en mototaxi desde el centro a la playa, donde nos alojaremos en un coqueto complejo de cabañas para "guiris" con poco presupuesto. No hay ningún camboyano alojado. Sobre la arena de la playa caminan descalzas mujeres con la mercancía por sombrero, platos repletos de cigalas y langostas. Crustáceos, playa, humedad en el ambiente, mujeres transportando alimentos sobre su cabeza.... podría tratarse perfectamente Galicia, con un poco menos de sol.
En el puerto pesquero de Sihanoukville conviven hacinadas decenas de familias. Del agua achocolatada por los sedimentos pluviales extraen su sustento estos tuaregs marinos, poco acostumbrados a visitas de turistas.
El atardecer nos regala un refrescante chaparrón monzónico que transforma las calles en ríos, sin alterar demasiado la vida de los lugareños. Disfrutamos como enanos conduciendo nuestro scooter de alquiler por los charcos, de los nuevos olores y hasta del caos que se produce en la calzada cuando atravesamos una intersección.
Tras la tempestad, la calma en forma de increíble puesta de sol sobre las aguas del Golfo de Tailandia.
Despedida: Esperamos volver pronto, para asegurarnos de que no has cambiado el bambú, la madera y la tierra por el cemento del subdesarrollo que promueven los estandares turísticos occidentales.

sábado, 14 de marzo de 2009

Phnom Penh


octubre 2006. Hacemos transbordo en la capital camboyana. El Mekong se ha hecho grande, más aún, y forma un delta camino del Mar de China, de la mano del Tonlé Sap. A orillas del puerto fluvial crece una ciudad que no lo es, que todavía recuerda la infamia de los Jemeres Rojos, que la vaciaron y declararon a sus habitantes enemigos del régimen, dejando las pagodas sin fieles. El tráfico es caótico. La contaminación y el bochorno hacen que la ciudad no nos resulte especialmente atractiva.