
Septiembre 2007. Siguiendo los últimos pasos del río Seixe aparcamos nuestro carromato en Odeceixe, un pequeño pedazo del cielo en la frontera entre el Alentejo y el Algarve. Resulta extraño, dada la belleza, del enclave que no haya sucumbido a la operación "asfaltemos el Algarve".
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